Hace poco iba en un autobús de camino a algún lugar y en el trayecto el conductor y yo entablamos una distendida conversación. Cuando hablo con la gente suelo tener en cuenta el tema de conversación en relación a su profesión y por tanto enfoqué hacia la carretera y el conducir nuestra charla. El conductor era un chico joven, por lo que todo lo que nos contabamos lo teníamos bastante en común. Primero me habló sobre si es realmente difícil conducir un vehículo tan grande como un autobús, me quedé sobre todo con la idea de que es posible quedarse atascado en la entrada d eun túnel y a partir de ahí formar un atasco tremendo, teniendo el riesgo de que se pueda multar al conductor. Sobre el tema de las multas continuamos hablando en relación a si es efectivo el sistema del carnet por puntos para hacer a la gente responsable cuando conduce. En ese instante yo argumenté la máxima de la que estoy plenamente convencido y es que la sociedad no es consciente de lo que es la vida. De lo que es la vida como algo que se puede arrancar a alguien, y lo que es más grave, arrancarlo por una irresponsabilidad.
El chico, que como ya he dicho es de mi edad, es plenamente consciente de lo que le trataba de explicar y en modo de autocrítica sincera, me reconoció que en la gran mayoría somos los jóvesnes los más irresponsables (teniendo en cuenta que para todo hay excepciones). En este punto, reconocimos que no todo el que tiene el carnet de conducir está preparado para llevarlo, de que algo falla en el sistema de adjudicación. También me explico su punto de vista sobre el sistema del carnet por puntos y de las picardías que se trabaja la gente para volver a recuperarlos.
En fin, esta noche me he encontrado enla página Menéame con una recomendación que me ha recordado la conversación con el conductor de autobús. Es realidad y ficción, un video que refleja lo que ocurre en la carretera y del riesgo que no sé por qué, no se asimila nunca.
