26/4/07

Mi reseña - Soldados de Salamina

Es la Historia contada por un periodista. Tucídides contó la Guerra del Peloponeso según se iba desarrollando (al margen de que lo que contara fuera lo real) y se le ha considerado como el primer historiador de la historia. También como al primer periodista. Porque el que cuenta lo que está sucediendo a otros es lo que ahora definimos como periodista. Contar algo, entenderlo y saber contarlo. Pero no tiene porque estar pasando en el momento, porque puede ocurrir que se esté trabajando como periodista y por un golpe de azar, se conozca un episodio jamás desvelado antes. Es lo que fundamenta Soldados de Salamina, una descripción de lo real, contado por un periodista que además cuenta el trabajo de un periodista.

La diferencia principal entre este tipo de periodismo que hace Javier cercas es que es un periodismo de un acontecimiento ocurrido sesenta años atrás. Por tanto el lector se encuentra ante la fascinación de ver como se rescatan acontecimientos del pasado y se traen al presente, se desempolvan y se recuperan, como si se tratara de un descubrimiento arqueológico y se exponen al público en un formato de lujo, que es la novela que escribe Javier Cercas.

Para los jóvenes que no tenemos apenas experiencia como periodistas es una referencia de cómo actuar, como indagar para conocer lo que nos llama la atención. Pero me ha parecido muy admirable el modo de encajar todas las piezas, un ejercicio de gran audacia en el que hay que dar relevancia a lo interesante para la investigación y dejar a un lado lo que podría entorpecerla. Ser periodista tiene mucho de jugar a ser detective, con la diferencia de que e reportero obtendrá un tesoro que el mismo tendrá que saber mostrar al público, a la sociedad y será conocido por todos.

La batalla de Salamina fue otro gran acontecimiento de la historia universal. Los griegos consiguieron derrotar a los persas usando la estrategia y la pericia a pesar del número inferior de combatientes con los que contaban. Salamina es la isla donde se fraguó la batalla. Quizá esto es lo que sintió Sánchez Mazas cuando estuvo cautivo en los días finales de la Guerra civil, que estaba en inferioridad con un enemigo y que se encontraba en una isla rodeada por tropas persas. La motivación de Cercas para poner como título a la novela Soldados de Salamina es de Sánchez Mazas, porque después de todo lo pasado, el propagandista de Falange prometió escribir un libro que se titulara así y en el que reconociera la ayuda que los amigos del bosque y Ferrer y su familia le habían prestado en un momento tan necesitado.

El lenguaje de la novela es de fácil comprensión y está muy marcado por el carácter periodístico que impregna toda la obra. Los adornos literarios existen pero no abundan, mientras que lo que prima es el lenguaje de crónica, contar lo que ha sucedido, sobre todo en el capítulo central dedicado a Sánchez Mazas.

Por último, un apunte personal. El fin de la investigación lo pone el azar, que es el elemento que marca la aparición de nuevas conjeturas y la posibilidad de alcanzar la verdad. La posibilidad de una investigación sobre por qué el falangista no fue fusilado queda flotando. ¿Fue un error del pelotón encargado de actuar? Puede ser que tampoco existiera una verdadera voluntad de matarlo, del mismo modo que el miliciano Miralles le perdonó la vida. Son simples conjeturas.