Es una cuestión muy presente estos últimos años. La autoría de algo. La SGAE se ha ganado una fama de recolectores de lo ajeno (osea, lo que no producen ellos pero sí se lo benefician) a mi juicio merecida. Pero muchos autores respaldan el papel de la entidad dirigida por Eduardo Bautista de vigilantes de la propiedad intelectual.
Este viernes ETA puso una bomba en Vizcaya. Un pequeño revuelo se formó en Internet por la autoría de una instantánea tomada por un usuario de Twitter que colgó en en Twitpic (la plataforma que permite publicar fotos) el momento en que el coche ardía. Según denució un blogger, el mundo.es publicó la fotografía tomada sin atribuir más autoría que al mismo medio digital. Sin embargo, esta denuncia fue meneada y el diario cambió la autoría de la foto indicando que tenían consentimiento: "Imagen facilitada a elmundo.es por un testigo del atentado de Arrigorriaga. | El Mundo", se supone que por la posible presión popular
En los diarios digitales este hecho no es nuevo, muchas noticias acompañadas de documento gráfico aportan una realidad a lo contado, y por tanto los medios incorporan en ocasiones fotografías difundidas en páginas de Internet. Desde mi punto de vista, estamos en un momento de descontrol de autoría por el tema de la SGAE, en el que las empresas tienen las de ganar. Si quiere reconocerse el trabajo o la aportación de alguien a enriquecer una información, debe ser consensuado con inmediatez. Si, por el contrario, queremos hacer más difícil compartir información (sea imagen, texto o video), creo que llegaremos a un punto de reconocer méritos inmerecidos.
El debate que pretendo plantear es si todo debe tener "denominación de origen", como si hago una foto a una piedra en la calle, la cuelgo en Twitpic, y pido derechos de autoría al que la incluya en su periodico, tele, o blog.
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